El Gran Premio de Canadá pintaba como cualquier otro (sobre todo después de la clasificación), pero su historia fue muy distinta.
Hasta la carrera, el guión fue el mismo que en el Gran Premio de Mónaco. Alonso dominó los primeros libres, y a partir de ahí fue Hamilton quien lideró la tabla de tiempos hasta la clasificación, donde el alemán Nico Rosberg le arrebató la pole. Por detrás de los Mercedes, y a seis décimas, aparecía un Red Bull, pero este no era el de Ricciardo como solía ocurrir en los últimos grandes premios, sino que el alemán Sebastian Vettel fue el que ocupó esa posición. Por detrás, los dos Wiiliams se colaron en cuarta (Bottas) y quinta (Massa) posición.
Ya en la carrera, pudimos ver como, nada más darse la salida, en la primera curva Rosberg y Hamilton casi se tocan, siendo forzado este último a tener que salirse de la pista, lo que provocó el adelantamiento de Vettel. Pero Rosberg no tuvo tiempo de escaparse, ya que en la primera variante del circuito se produjo un accidente entre Bianchi y Chilton que obligó a abandonar a los dos Marussia (lo que supuso el primer abandono del piloto británico en F1 tras nada más y nada menos que 26 carreras) y que forzó la salida del Safety Car.
Tras la primera parada, los Mercedes dominaban con comodidad, seguidos a gran distancia por los Force India, que alargaron su parada para poder ir a una (Pérez entró en la vuelta 38 con neumáticos superblandos, demostrando que es el piloto que mejor conserva los neumáticos). Pero a partir de esa primera parada ocurría algo extraño. Los Mercedes hacían cada vez peores tiempos (con neumáticos relativamente nuevos) y la distancia con el grupo que luchaba por el tercer puesto (Pérez, Hulkemberg, Ricciardo, Vettel y Bottas) se reducía a razón de un segundo por vuelta, algo que no había ocurrido a los largo de la temporada. Había un problema, y rápidamente los pilotos preguntaban por radio que ocurría, a la vez que estaban interesados por la investigación a Rosberg por saltarse la última chicane del circuito. la noticia no tardaba en salir a la luz, los coches de la escudería alemana perdían potencia, y lo que era peor, el coche de Hamilton sufría un problema de frenos por el que se vio obligado a abandonar en la vuelta 33.
En cuestión de vueltas, el grupo perseguidor se ponía a un segundo de Rosberg, distancia que reducía Pérez en la recta trasera hasta el punto de casi poder adelantarle, puesto que el Force India es el coche con la mayor velocidad punta del campeonato, pero en la zona revirada Rosberg (que tenía neumáticos más nuevos que el mexicano) le sacaba la suficiente ventaja como para evitar ese adelantamiento.
De este grupo se fueron descolgando Bottas y Hulkemberg, pero llegó un invitado inesperado. Felipe Massa, remontando desde muy atrás con su parada (antes de la cual estaba primero), logró adelantar al segundo grupo perseguidor y acercarse al grupo de los primeros, a los que pilló en menos de 10 vueltas.
Ricciardo fue capaz de adelantar a Pérez pero con dificultad, lo que propicio que Rosberg sacara algo de ventaja, pero enseguida se le puso detrás hasta que le adelantó a falta de 2 vueltas para el final.
Por detrás, Vettel logró adelantar al Force India y ponerse tercero, y en la última vuelta, un intento de adelantamiento de Massa acabó con un accidente espectacular que acabó con los dos fuera de carrera y por poco con Vettel.
Esto provocó la salida del Safety Car y el fin de la carrera, puesto que quedaba una vuelta.
Ricciardo logró así su primera victoria en Fórmula 1 y rompió el monopolio de victorias de Mercedes hasta ahora (4 de Hamilton por 2 de Rosberg).
Tras este Gran Premio el alemán parte con una ventaja de 22 puntos sobre el inglés, lo que nos deja un Gran Premio de Austria bastante interesante, donde Red Bull tratará de ganar ya que se disputa en su casa (el circuito es propiedad de la escudería austriaca desde 2007) y Lewis Hamilton intentará recortar diferencias con su compañero.
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