Durante los últimos 3 años, la relación entre Fernando Alonso y Ferrari era genial, hasta el último Gran Premio de Hungría, en el que el piloto español realizó una serie de comentarios que no gustaron en la escudería italiana. El español dijo que eran el cuarto coche de la parrilla, y si no mejoraban el coche, sería prácticamente imposible ganar el mundial.
Tras esto, el dueño de la escudería italiana Luca Cordero di Montezemolo salió a la palestra criticando a su piloto por esos comentarios, pero a la vez apoyándole en su pensamiento sobre el coche. En pocas palabras, dijo que se piensa primero en el equipo y que todo el mundo es prescindible.
Aprovechándose de esta situación, Red Bull ha querido meter el dedo en la llaga, diciendo el propio Christian Horner que le gustaría ver a Fernando y a Vettle en su escudería. Además se ha sabido que el representante del español estuvo hablando con la propia escudería austriaca.
Dudo mucho que Alonso acabe en Red Bull ya que viviría una situación parecida a la que tuvo en Mclaren en 2007, compartiendo equipo con el niño mimado de la escudería.
En aquella ocasión acabó volviendo a Renault, y es muy probable que no durara mucho.
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